“Esa
brasa moral que arde en tu pecho es la única linterna fiable para moverse por
las oscuridades de la vida…el único gran valor totalmente seguro es la
compasión.” Rosa Montero
¿Cuántas veces en las calles de
mi ciudad,
en los semáforos,
en la soledad más espesa,
me crucé con un niño pobre, un
huérfano,
un trabajador ilegal,un
vagabundo,
todos víctimas de un sistema
hostil, depredador,
o peor, indiferente e ignorante,
ajeno a la desdicha de estos
santos inocentes?
¿Cuántas veces vi en las noticias
el hambre, la tristeza, la
enfermedad
de todos los que viven al
margen,
encerrados fuera del mundo,
sin destino, sin derechos, sin
esperanza?
Los que rigen nuestras vidas
han creado cautelosamente nuevas
fronteras,
ocultas y más profundas,
“grandes y altas murallas
construyeron”
Y sin compasión, sin piedad,
sin recato,
han negado a todo forastero,
una patria, una identidad,
un trabajo decente, una vida
digna.
Este orden social sabe una cosa
sólo con maestría,
manipular a los individuos
imperceptiblemente
bajo su violencia camuflada,
aterrorizarlos,
humillarlos,
conducirlos a la desesperación.
¿A quién de verdad importan
estas consideraciones, estas
conclusiones?
Asesinados santos inocentes
mirad sobre nuestra vida
podrida,
A fin de cuentas todo parece
inútil…
Os pido perdón.
Stella Panagopoulou
26 Noviembre 2016