Πέμπτη 3 Δεκεμβρίου 2015

CRETA

“un viaje se resume por lo general en un solo instante”
Rafael Chirbes

CRETA
Creta es para mí un lugar de contrastes, contrastes morfológicos de variante altitud y de una extrema riqueza de paisajes y recursos. Lo que siempre me ha acompañado después de mi visita a la isla es el sentimiento de que esta variación ha dejado su huella en las diversas identidades de sus localidades.
Me acuerdo de mi primera impresión de Elafonisi en la prefectura de Chania. Un día soleado deambulaba por una playa maravillosa, de arena blanca, que se ponía de tonos rosados de las miles de conchas trituradas. La playa se unía a una pequeña isla por una estrecha franja rodeada de aguas poco profundas, cristalinas, de color claro y azul verde, "Así debe ser el paraíso”pensaba . Ese lugar producía en mí una fuerza secreta, me llenaba de valor, de vida, de esperanza.
Al otro extremo de Creta, en Elounda, hay un lugar hermoso pero cargado de sombras. Spinalonga, espino largo, es una isla que no lo era en el pasado cuando formaba parte de la península y fue separada de la costa para mejorar su defensa contra los piratas árabes durante la ocupación veneciana. La isla es una fortaleza inexpugnable, ha sido centro de la ruta comercial de la sal y refugio de familias otomanas y en el siglo xx fue utilizada como colonia de los leprosos. Hoy es una isla desierta, visitada solo por turistas y unos peregrinos el día de su santo,  Agios Pantelaimonas.
Cuando la visité, la isla desprendía tanta tristeza que lo único que deseaba de verdad era quedarme a solas y descansar en aquel refugio que recordaba los gritos de los muertos anónimos, despojados de sus nombres, marginados de su presente, y pensaba que nadie merecía ser olvidado, nadie debería morir nunca del todo y para siempre.

Stella Panagopoulou

Atenas 20 octubre2015.

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